Gluttonery - 23 de Diciembre de 2025.

Siguen los días pasando y no pasa nada. Que se va mi hijo y que quedamos abandonados. Él confiando en que somos su faro y que estaremos aquí para siempre. Yo me fuí a mirar a ver  qué era lo que pasaba con las artes mientras mi papá sostenía la casa, y confiada en que yo cambiaba y la casa permanecía inmutable, siempre lista para cuando regresara. Ahora me hice una con la casa y nada cambia. Cambian mis hijos, cada uno con su aventura. Pero aquí nada ocurre, poéticas sobre el silencio y sobre lo patético, los sueños rotos, lo que pudo ser y no fué, lo que fué a medias. Nada que se pueda significar en arte. Ahí está el colmo de la poética del hogar, un performance sobre perder el tiempo arrojando monedas a una cubeta. Pasando el tiempo y ese capital no se multiplica. Apenas son monedas del exiguo ahorro, arrojadas al azar, cada vez más lejos. Cada vez más lejos quiero llegar con mi inversión, al final invierto todo, confiada en el sueño de que se multiplicará. Qué tal que fueran cripto...! Arrojo monedas como quien recoje monedas de lo propio que arroja en la calle. Un limosnero. Es muy diciente la imágen pero poco poética. La soledad de la persona. Qué puede estar pensando? Un juego patético con su propio dinero. No pensé que quisiera decir eso, ni que quisiera dejar un video para la posteridad sobre el juego de las monedas. Choca la imagen y puede que sea el mejor video que haya hecho hasta ahora. El más diciente de mi situación económica. No será el más viral, pero luego está el video de exponer al espectador a la acción de verme dormir, es una imagen extraña. Tengo sueño. Tengo un sueño! El de la tranquilidad y la paz del hogar. El de amar mis objetos, mi entorno. El sueño de tocar la guitarra y solo recostarme a echarme un sueño. La evocación de la lluvia y simplemente dormir. La vida que pasa y nada pasa, el sueño satisfecho, la tranquilidad del alma. Estoy haciendo videos más profundos pero con una técnica sencilla. El encuadre de la cámara para darles movimiento. Son ágiles pese a que no tienen audio. Casi pinturas. Los videos magros de Marina Abramovich. Mis videos de performance y happening tienen la misma estética. Y está el ojo de Dios, Testigo Ocular, otra piecita bien hecha con material de archivo. Como pasa el tiempo reflejado en las sombras y luces en el ojo, atestiguando el momento de lo vivido, el pasado, el presente y el futuro en una imagen repetida pero que es diferente cada vez.