sábado, 23 de agosto de 2025

Gluttonery - 23 de Agosto de 2025.

 

Hace tiempo estuve buscando una psicóloga para tratar mi trauma del divorcio, la respuesta, que yo necesitaba una reconstrucción completa de mi personalidad. Como ese tratamiento me pareció muy costoso, decidí estudiar por mi propia cuenta e ir probando las propuestas de los psicólogos de revista, con alguna pericia ya logro determinar las recomendaciones más serias, así como las mejores observaciones sobre los problemas de autoestima. Este es el caso de esta clasificación de heridas o traumas con los que cargamos todos, me pareció relevante. En primer lugar están las heridas de desvalorización que es cuando lo hacen sentir que uno no vale nada, por el hecho de ser mujer, por ejemplo. Se supone que todos valemos por el solo hecho de existir. Por tanto, no hay que demostrar nada a nadie. Luego, están las heridas de humillación, o indignación, cuando uno es comparado con alguien más; cuando las exigencias parentales son desmedidas; cuando uno es expuesto públicamente a vergüenza; un ejemplo, es ser expuesto por pobreza extrema; cuando no es suficiente todo esfuerzo que uno haga y además uno sea sometido a abusos. En tercer lugar, las heridas de abandono y de rechazo, que causan ansiedad, soledad y que hay que enfrentar con entereza; pasar de un yo no me quedo a un me voy a dejar maternar cuando la situación sea la contraria. En cuarto lugar, la herida de traición, hay una dificultad para confiar, cuando le prometen a uno algo y no lo cumplen. Expectativas de un empleo o de una remuneración que nunca llegó. Y en un quinto lugar, las heridas de injusticia, un ejemplo, no querer ser evaluado por otro. Yo tengo todas estas heridas e impactaron en el desarrollo de mi trabajo creativo, en el modo en el que decidí no presentarlo a consideración en galerías, museos y concursos, por ejemplo; el modo como decidí montar mi propio emprendimiento para representarme; la manera de hacer solo para mi disfrute personal y el de mi familia, completamente cerrada a interactuar con otros. Estas heridas se manifiestan además en malestares físicos que hacen que ahora a mis 54 años ya no desarrolle gran parte de los proyectos por temas de salud, el hecho de tener gafas hace que ya no realice video y fotografía; tener caja de dientes, disminuye mi autoestima, no tengo una gran auto percepción; poder o no poder respirar, hace que mis recorridos sean más pequeños, casi no voy a los eventos o ciclos de conferencias; dolor de espalda, lo mismo, problemas para la movilidad, para cargar paquetes, para estar esperando de pié por largo tiempo, para hacer filas, etcétera. No hay manera de hacer escultura, o trabajar gran formato. Muchas de estas dolencias son causadas por el estrés y por la angustia, la ansiedad y el desespero. También hace que haya menor concentración, que no sea fácil poner a punto mi obra artística. Y aunque el dolor asociado no se ve reflejado en mis propuestas creativas, si afectan el desarrollo de las mismas. Las envidias, el juego sucio, enfrentarse a otros, la competencia, luchar contra la timidez, no ser una gran oradora por problemas de rinitis alérgica, bajo desarrollo del lenguaje por falta de interacción con los demás, fueron parte de los retos a los que tuve que enfrentarme como artista, además de ser una artista por escrito porque el quijote para enfrentarme a viva voz no se me da.


*La idea de las heridas emocionales y su clasificación son del astrólogo y psicólogo venezolano, que vive en Palma de Mallorca, Enzo de Paola, y quien tiene unos videos en YouTube.

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